Bienvenida

"Escritor es quien se gana la vida escribiendo". A mi... solo me gusta escribir, ... necesito escribir. ¿Si me leen? Alguno hay que se aventura. ¿Eres tú uno de ellos?

viernes, 25 de junio de 2010

El gris pacient... que no marxa


(Poema número 26)
Si el dia és gris,
dens, quasi compacte,
i ens abraça en boira persistent,
inesborrable i tenaç;
mullant-nos el rostre
sense la sal de les llàgrimes,
sinó amb l’aire del matí
que espera
escalfors familiars que no arriben,
el record és confús.

Són memòries inconscients
oblidades una i altra volta,
però que tornen,
també, una i altra,
com degoteig constant
que s’escola desguàs enllà
per tornar a aparèixer,
incòmode, en rebuf inesperat.

jueves, 17 de junio de 2010

Llum blanca i plena


(Poema número 25)

Els moments del dia somriuen
amb diferent metall,
esquitxant el pentagrama de la llum
amb les notes de les hores.

Si el sol esberla l’alba,
de bat a bat,
i pinta el dia de net,
d’aire quiet i sense ombres,
el record desperta alegre
arrossegant de la mà,
indòmita,
la força de la infantesa
adormida ja fa temps.

La llum neta
no pot reprimir el vol de les campanes,
ni els vestits blancs,
ni la joia,
ni les rialles;
com no pot refrenar
somriures entranyables
tancats,
amb pany i clau,
en el més íntim i secret,
del que més s’estima.

viernes, 11 de junio de 2010

Exilio republicano


Ayer, 10 de junio de 2010, hice la última excursión del año. Con cuarto de ESO hicimos una salida (repetida ya por tercera vez, siempre con el mismo curso) que conocemos como “La salida de Guerra Civil”: MUSEO DEL EXILIO, en La Jonquera; CAMPO DE REFUGIADOS DE RIVESALTES, al norte de Perpignan; y lectura de poemas de poetas exiliados o asesinados ante la tumba de Machado, en Cotlliure.
El primer año que visitamos el campo de Rivesaltes, los responsables del “Conseil du Roisillon” nos mostraron un interesantísimo proyecto de MEMORIAL en reconocimiento a todos aquellos que sufrieron aquel paisaje. Ayer tres años después de aquella visita, el páramo abandonado en que se ha convertido sigue igual.
Élodie Montes, nuestra guía, me explicó que hacía pocos meses que había visitado, en Corbera D’Ebre, “115 días”, principal centro de interpretación de la batalla del Ebro. Su emoción tenía muchos orígenes: la composición de las exposiciones, el montaje audiovisual, pero, sobre todo, el consuelo de los recuerdos familiares, ya que el hermano de su abuelo, miembro de las brigadas internacionales, había muerto en aquellos paisajes. Después de su visita todavía entendía menos las trabas que pone el Gobierno Francés en la realización del proyecto de Rivesaltes. La explicación es más fácil de lo que parece.
Francia se enorgullece de su heroísmo ante los nazis en la Segunda Guerra Mundial, es por eso que, con motivo del 60 aniversario del final de la contienda, desarrolló un puñado importante de proyectos en los puntos más calientes de su victoria ante los alemanes: museos, centros de interpretación, monumentos, audiovisuales espectaculares, etc. El arco geográfico se ajustaba a los decorados del arriesgado desembarco de Normandía. Pero Francia no se sentía orgullosa de Rivesaltes (como no se siente orgullosa de campos similares).
A lo largo de estos últimos 70 años, Rivesaltes ha cumplido varios cometidos, y ninguno enorgullece al gobierno francés: campo de refugiados de exiliados republicanos españoles (de finales de 1939 a finales de 1942); de concentración de población judía con destino al campo polaco de exterminio de Auswitch (hasta el final de la segunda Guerra Mundial; campo de concentración para la población argelina adepta a la metrópoli francesa en la guerra de independencia de Argel (años 60) cuando esa población (des “arquis”), que había luchado a favor de Francia recibió, como “premio” a su fidelidad, una estancia “gratis” en aquellas dependencias; y hasta hace pocos años, como centro de internamiento de inmigrantes ilegales, cerca del aeropuerto de Perpignan con el objetivo de su repatriación.
De todos esos cometidos, ninguno enorgullece al Gobierno Francés; porque, por ninguno de ellos puede sacar pecho. Ese es el motivo de que no se haya movido ni una piedra. Con todo, Élodie me comentó que ya habían conseguido los permisos de obras y que ahora, además de la financiación (¡malos tiempos!) necesitaban el visto bueno de los ecologistas que alegaban la existencia de tres especies autóctonas necesitadas de protección.
Mi pregunta se hace obligada. El próximo final de curso, cuando vuelva a homenajear a las víctimas del exilio republicano visitando de nuevo la Jonquera, Rivesaltes y Cotlliure, ¿encontraré alguna piedra en su nueva ubicación? ¿Se habrá empezado de una vez el reconocimiento francés al trato despreciable que se dio al más de medio millón de refugiados republicanos que cruzaron su frontera en busca de un consuelo amable, y solo se encontraron con el batir de la tramontana en las playas de Argelés entre el alambre de espino y las olas?
Siento darle la razón a Élodie, supongo que no. De todas maneras, yo seguiré paseando entre las piedras desnudas de aquel campo emocionándome con cada uno de los recuerdos encerrados en sus silencios.

miércoles, 9 de junio de 2010

Records il.luminats


Amb aquest poema, el número 24, començo, esgotats ja el sentit de l'olfacte i el tacte,  la sèrie dedicada al sentit de la vista.

Els records i les llums
enllacen sempre les seves lletres.

Obrint l’armari del més proper,
els espais, les imatges,

els paisatges o el temps,
vénen,
als nostres ulls i a les nostres paraules,
amb la mateixa llum.

Paral·lels,
sense encreuar, tímids,
el seu destí.

sábado, 5 de junio de 2010

Recorte de sueldos


Ahora sí, qué curioso.

¿Cuántos trabajadores de los que persiguen la cola del paro no hubieran sacrificado un cinco por ciento de su sueldo por mantener su puesto de trabajo?
Sí, es fácil refugiarse en la mala gestión de nuestro gobierno, en su falta de previsión, en sus formas, siempre atentas más a la opinión pública que a afrontar la verdad; pero, llegada esa verdad, me repito de nuevo la pregunta anterior, ¿cuántos?
Estoy conforme (que no de acuerdo) en sacrificar ese cinco por ciento de mi sueldo si eso sirve para que mi país dé, de una vez, un paso seguro hacia la tan deseada recuperación. Pero ese paso adelante, esa conformidad no está exenta de reflexiones personales.
Trabajo en una escuela concertada. Sí, la palabra concertada a oídos de algunos de los trabajadores de la escuela pública merece el consabido “vade retrum”. La escuela a la que pertenezco está gestionada por una cooperativa de padres. Curioso, ¿verdad? No hay ninguna fundación, ni entidad religiosa, ni sociedad escondida con ansias de recaudar, solo un puñado de padres que, tras un voluntarismo bien entendido, sacrifican su tiempo y su dinero por un tipo de educación escogida. Con todo y con eso mi escuela es concertada y yo creo en ella.
No podemos olvidar que la escuela concertada cubre las espaldas a una administración incapaz de dar servicio público a todos los alumnos. Pero la solución le es fácil (aunque no siempre conocida): sin cubrir el coste real de la enseñanza ofrece, condescendiente, una subvención en forma de concierto para que los padres, en forma de cuota semanal, cubran lo que falta.
Nunca se nos ha considerado funcionarios (¡Y qué más! Gritan algunos sindicalistas cabeza de manifestación). Ni se nos ha considerado ni hemos gozado de los privilegios del funcionariado (por ejemplo en el tema sueldos –eternamente pendientes de homologación-; o en el tema horario lectivo –un profesor de instituto público trabaja 18 horas lectivas, por las 25 que trabaja un profesor de escuela concertada)
Pero mira tú por donde, ahora que se recorta el sueldo a los funcionarios sí que se nos mide con el mismo rasero; incluso se nos convoca a la huelga del día 8. ¡Qué curioso!
Pero…, ningún problema, ya he empezado mi comentario aceptando el recorte. Solo una reflexión final. Cuando las aguas vuelvan a su cauce, ¿nos seguirán considerando como iguales o volveremos a oír sus gritos en las cabeceras de las manifestaciones demonizando la escuela concertada?
Seamos, por una vez, coherentes con nuestras voces.

Entrega final



He fallado durante unos días a mi cita con mi blog. Quines trabajan en el magisterio entenderán mi tardanza apoyándose en la histeria general que nos reúne a todos alrededor del proceso de evaluación final. Por fin mis notas salen de la fiebre de las correcciones finales para tomar forma. Con este final del proceso valorativo también llega el principio de la pausa. Es por eso que, además de añadir mi poema semanal (con la excepción de la semana pasada), he decidido cerrar también el proceso folletinesco de añadir capítulos periódicamente a mis novelas. He decidido dar un empujón final a las tres novelas que os he ido confiando capítulo a capítulo.
A partir de hoy, cuando “cliquéis”, tanto en Quinito segona part, como en novelas por entregas, podréis disponer de los textos íntegros de las tres. Haced buen uso de ellas y ,si las imprimís, por favor, haced constar de quién son.

Espero que el verano que se acerca, además de calor y moscas, nos reporte a todos el descanso merecido, la pausa y la paz.

Como siempre, gracias por leerme.

Llibres


(Poema número 23)

Sospesa’l!
Toca’l!

Passa full a full,
o tots a l’hora
enjogassant el teu serrell
amb l’aire inconscient i despistat
que, com ventall improvisat,
en desprèn.

Estreny-lo!
prem-lo!

Amb força
entre els teus dits curiosos,
amb les teves mans àvides
de moments per viure
trencadors del silenci
que suposa no fer res.

Cenyeix-lo!
ajusta’l!

De tafanera ànsia
per conèixer la màgia que hi ha dins,
amb personatges desconeguts
en paisatges llunyans
durant temps remots
i destins inventats.

Allibera’l!
Emancipa’l!

De la seva esclavitud,
de la presó que suposa mantenir-lo
un instant més a la lleixa empolsegada,
a l’armari oblidat,
al calaix més distret,
lluny de les teves mans.

Pren, entre les teves mans, un llibre!